La imputación, revelada por el New York Post, será investigada en el Congreso.
En septiembre del año pasado, poco antes de las elecciones presidenciales, la tasa de desempleo en Estados Unidos cayó, de un mes a otro, de un 8,1% a un 7,8%, lo que sorprendió tanto a los ciudadanos como a las autoridades.
Un artículo publicado por el New York Post denuncia que las cifras de desempleo de los Estados Unidos fueron alteradas por la oficina del Censo, ya que los funcionarios encargados de realizar las encuestas, habrían sido presionadas para rellenar la información en aquellos casos que era difícil conseguir tasas adecuadas.
El Departamento del Trabajo requiere que la Oficina del Censo obtenga una tasa de éxito del 90% de sus encuestas, - lo que significa que necesita que sean 9 de cada 10 hogares beneficiarios e informar sobre su estado de empleo-.
Los empleados habrían rellenado por su cuenta las respuestas de las personas a quienes no pudieron contactar por teléfono o quienes no respondieron a la puerta.
Este comportamiento, dice el New York Post habría tenido lugar no solo el año pasado, sino que desde 2010.
La Cámara de Representantes anunció que investigará estas acusaciones.
Como vemos en todas partes cuecen habas
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