Un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desechan.
Este es el primer estudio, realizado por la ONU, que examina los impactos del desperdicio global de alimentos en el medio ambiente, fijándose específicamente en los efectos en el clima, agua, tierra y biodiversidad.
Cada año en el mundo se desperdician 1300 millones de toneladas de alimentos es decir una tercera parte de los alimentos producidos.
El 54 % de este desperdicio se produce durante y después de la recolección, y el resto el las sucesivas etapas -procesado, distribución y consumo-
Desgraciadamente en la economías desarrolladas se llega a perder hasta un 40% de los alimentos que se compran debido a la cultura que los consumidores compran mucho y tiran lo que no necesitan. “Simplemente no podemos permitir que un tercio de todo el alimento que producimos se pierda por prácticas inapropiadas, cuando hay 870 millones de personas hambrientas”.
Según FAO, el desperdicio de los alimentos no solo es muestra de un mal uso de los recursos naturales, sino que también es una de las mayores causas de la huella de carbono en el planeta.El mundo desecha cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos al año -un tercio de lo producido-, lo que genera una huella de gases de efecto invernadero enorme, por la gran cantidad de energía, agua y químicos que se utilizan en el proceso.
Cada año en el mundo se desperdician 1300 millones de toneladas de alimentos es decir una tercera parte de los alimentos producidos.
El 54 % de este desperdicio se produce durante y después de la recolección, y el resto el las sucesivas etapas -procesado, distribución y consumo-
Desgraciadamente en la economías desarrolladas se llega a perder hasta un 40% de los alimentos que se compran debido a la cultura que los consumidores compran mucho y tiran lo que no necesitan. “Simplemente no podemos permitir que un tercio de todo el alimento que producimos se pierda por prácticas inapropiadas, cuando hay 870 millones de personas hambrientas”.
Según FAO, el desperdicio de los alimentos no solo es muestra de un mal uso de los recursos naturales, sino que también es una de las mayores causas de la huella de carbono en el planeta.El mundo desecha cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos al año -un tercio de lo producido-, lo que genera una huella de gases de efecto invernadero enorme, por la gran cantidad de energía, agua y químicos que se utilizan en el proceso.
Alrededor de 1.500 millones de Ha de la tierra cultivada en el mundo se pierde. Ese desperdicio, sostiene la FAO, le cuesta al planeta aproximadamente 750.000 millones de dólares al año, es decir, el PIB de Suiza.
Todos debemos hacer un esfuerzo (desde el primer productor hasta los gobiernos locales y nacionales, pasando por los que procesan los alimentos, las cadenas de distribución, el transporte, el almacenaje y por supuesto los consumidores) para introducir cambios en cada etapa de la cadena alimentaria humana para prevenir el desperdicio de alimentos y reutilizar o reciclar el resto.
Se requiere hacer un gran esfuerzo en el desarrollo de la mejora de la cosecha, almacenamiento, procesado transporte y venta al por menos, aunque también las nuevas tecnologías pueden ayudar a mejorar.
El informe de la FAO hace una serie de recomendaciones como son:
- Empresas y hogares deben implantar un mejor control para mejorar los datos sobre la magnitud del desperdicio y donde se produce
- Mejor comunicación entre todos los participantes de la cadena de suministro
- reduciendo o mejorando el envasado de los alimentos
- reglamentos y normas relativos a los requisitos estéticos de frutas y hortalizas deben ser revisadas
- Mejorar los hábitos de consumo
- Reutilización del excedente de alimentos que quedan fuera de la cadena alimentaria (como puede ser la utilización para el ganado)
- Redistribución de los excedentes de alimentos seguros a la población más necesitadas y "representa" la mejor opción para tratar los excedentes de los alimentos.
Reciclar los subproductos mediante digestión anaeróbica que puede ser utilizado como fertilizante y el biogás que puede utilizarse como fuente de energía y donde la digestión no es posible el compostaje es la mejor solución.
Todas esta medidas nos llevan a reducir de forma muy significativa la huella de carbono debido a los alimentos, eliminamos las emisiones de metano en los vertederos a causa de la comida podrida y es una de las mayores fuentes de GEI (Gases de Efecto Invernadero) del sector de residuos.
Para tener acceso al informe de la FAO pincha aqui
Se requiere hacer un gran esfuerzo en el desarrollo de la mejora de la cosecha, almacenamiento, procesado transporte y venta al por menos, aunque también las nuevas tecnologías pueden ayudar a mejorar.
El informe de la FAO hace una serie de recomendaciones como son:
- Empresas y hogares deben implantar un mejor control para mejorar los datos sobre la magnitud del desperdicio y donde se produce
- Mejor comunicación entre todos los participantes de la cadena de suministro
- reduciendo o mejorando el envasado de los alimentos
- reglamentos y normas relativos a los requisitos estéticos de frutas y hortalizas deben ser revisadas
- Mejorar los hábitos de consumo
- Reutilización del excedente de alimentos que quedan fuera de la cadena alimentaria (como puede ser la utilización para el ganado)
- Redistribución de los excedentes de alimentos seguros a la población más necesitadas y "representa" la mejor opción para tratar los excedentes de los alimentos.
Reciclar los subproductos mediante digestión anaeróbica que puede ser utilizado como fertilizante y el biogás que puede utilizarse como fuente de energía y donde la digestión no es posible el compostaje es la mejor solución.
Todas esta medidas nos llevan a reducir de forma muy significativa la huella de carbono debido a los alimentos, eliminamos las emisiones de metano en los vertederos a causa de la comida podrida y es una de las mayores fuentes de GEI (Gases de Efecto Invernadero) del sector de residuos.
Para tener acceso al informe de la FAO pincha aqui