Mostrando entradas con la etiqueta RSC. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta RSC. Mostrar todas las entradas

martes, 28 de mayo de 2013

Ramón Jauregui en el congreso de los diputados el 21 de Mayo de 2013

"La marca España no es tener a los empresarios más ricos del mundo, sino a las empresas mas responsables"

 
El día 21 de mayo tuvo lugar el debate sobre transparencia en el congreso de los diputados en donde intervino Ramón Jáuregui, allí expuso la situación y que debe hacerse con las empresas que externalizan sus producciones fuera del país y que al mismo tiempo reciben subvenciones del estado, cuando las situación de laboral de aquellas personas son casi de esclavismo.
 
Ya el Papa Francisco hizo referencia a este aspecto en su homilía del 1 de Mayo en donde textualmente dijo: " Añado una palabra sobre otra situación de trabajo que me preocupa: me refiero a lo que podríamos definir como el ‘trabajo esclavo’, el trabajo que esclaviza" (Verlo en: Homilía del Papa Francisco el 1º de Mayo de 2013 )
 
Pero lo mas significativo de este proyecto de ley de todo fue que la mayoría de los grupos parlamentarios estuvieron de acuerdo y presentaron una Enmienda transaccional de 9 puntos y firmados por todos los partidos políticos de ámbito nacional (PSOE, PP; UPyD e IU) y los nacionalistas catalán(CiU) y vasco (PNV)
 
La intervención de Ramón Jáuregui en el congreso de los diputados lo podéis leer el texto integro y al mismo tiempo verla y oírla en Diario Responsable
 
 

jueves, 16 de mayo de 2013

RSC vs CVC

Antonio Vives escribió el pasado 12 de Marzo en el  Diario Responsable,  "Antigüedades RSE, Valor Compartido y Negocios Inclusivos"

 
Antonio Vives reconocido experto en RSE, hace un análisis comparativo entre estas dos vertientes, es decir entre la Responsabilidad Social (RSE ó RSC)y la Creación de Valor Compartido (CVC), asi como el de los Negocios Inclusivos (NI).
 
Hace una defensa, diría yo, que Numantina de la RSE (ya la hizo en el Artículo "La RSE debe demandar a Porter....en el Diario Responsable), y quizás no le falte razón, ya que cuando el FOMIN decide no celebrar la conferencia anual sobre el RSE con el siguiente comunicado:
 
“Estamos actualmente en el proceso de evaluación de nuevas estrategias para asegurarnos que la conferencia evolucione paralelamente a las necesidades e intereses de la región, particularmente en la medida que los conceptos de valor compartido y los modelos de negocios inclusivos reemplazan antiguos conceptos de responsabilidad"

Creo que como mínimo es atrevido por no decir irresponsable afirmar que los conceptos de la RSE ya son antiguos, pero por otra parte hay que reconocer el peso de M. Porter y la HBR es demasiado considerable su influencia como para no tenerles en cuenta. (Sugiero seguir la evolución de Michael Porter en sus diferentes escritos).

En este mismo sentido el propio Antonio Vives dice en su blog CUMPETERE : "tanto por la reputación de sus autores como por el medio en que se publicó, como por la prominencia que le ha dado el mismo medio y la difusión y publicidad que le han dado sus autores, ha tenido gran repercusión y ha promovido una fructífera discusión"

No obstante, para seguir el punto de vista de Antonio Vives y su razonamiento, sugiero que tambien se lea el artículo publicado en blog CUMPETERE o en los muchos escritos tanto es este blog como en Diario Responsable o en sus muchisimas colaboracones
 
Antonio Vives, describe de forma  impecable que es la RSE y como esta viva y es actual. Pone de manifisto las carencias de CVC y del IN.

Por último decir que, algunas grandes corporaciones han optado por definirse por CVC como es el caso de Nestlé,
 

H&M e Inditex firman acuerdo para la seguridad de sus fábricas en Bangladesh

Según algunos medios de comunicación de todo el mundo como son El Pais, el USA Today, Expansion y otros, informan que  los mayores fabricantes de ropa del mundo firman un acuerdo que pretende garantizar la seguridad de los trabajadores del sector textil de Bangladesh.

 
Tras el desastre del edificio en donde se encontraban fábricas del sector textil en Bangladesh, que causó cientos de muertes y miles de heridos, algunas industrias del sectorha llegado a un acuerdo en el que se comprometen a respetar las medidas de seguridad en los talleres de confección.

 En concreto, la multinacional sueca H&M el mayor productor de prendas de vestir en Bangladesh dijo este lunes que se compromete públicamente, a apoyar el Acuerdo de Fuego y Seguridad en la Construcción en Bangladesh, iniciado por IndustriALL Global Union. Por su parte, Inditex ha anunciado que también lo firmará.

Bangladesh es el segundo pais del mundo productor de prendas de vesrtir por detrás de China, sin embargo posee una industria muy poco regulada, lo que ha causado varios accidentes laborales en los últimos meses.
 
 
Es por esto que H&M asegura que la meta de acuerdo “es conseguir que ningún trabajador tema a los incendios, derrumbes u otros accidentes, que podrían evitarse con unas medidas de salud y seguridad razonables”.
Para más información entra a USA Today.


 

lunes, 13 de mayo de 2013

No más Bangladesh

Josep María Canyelles ha publicado en El Diario Responsable el siguiente artículo y que copio tal cual.
 
 
La tragedia de la fábrica textil de Bangladesh, con más de 1.000 personas muertas, reabre el debate de la responsabilidad de las marcas. El interés de las compañías del textil para usar los trabajadores tiene un precio: el sueldo mínimo más bajo del mundo: 29 euros al mes
Alimentarnos y vestirnos... Los sectores alimentario y textil siempre están en el punto de mira y cada vez serán más, ya que todo el mundo es más consciente de los impactos enormes en un buen grupo de grupos de interés, ¡incluidos nuestros cuerpos!
Las grandes multinacionales de estos sectores van siempre buscando el mejor lugar para producir. Compañías con enormes beneficios huyeron hacia Bangladesh cuando los costes laborales en China empezaron a subir. Y en el caso del textil, la deslocalización permanente es incomparablemente sencilla en comparación con otros sectores. Es muy fácil poner unos cientos de trabajadores ante una máquina de coser en una nave industrial. Pero el precio social de la moda es, en palabras del nuevo Papa Francisco este Primero de mayo, trabajo esclavo.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tiene un lugar destacado en todas las grandes marcas y desde hace años publican informes anuales. La pregunta recurrente es si con este episodio la Responsabilidad Social Corporativa entra en crisis. Pues sí y no. Podemos encontrar los dos puntos de vista:
a) No porque algunas compañías realmente aplican seriamente la gestión de la RSC, con compromisos, objetivos de mejora permanente, y auditorías externas. Y ante los incumplimientos aplican planes correctivos a los proveedores, y después de un plazo se repite la auditoría y algunas quedan descartadas. Pero difícilmente podían prever el derrumbe del edificio de la empresa local subcontratada ya que las auditorías de RSC ponen el foco en otras cuestiones.
b) Sí porque después de dos décadas de trabajo en RSC, las condiciones laborales en ciertos países no han mejorado mucho, y parece evidente que pagar un salario con el que es imposible subsistir con dignidad no puede considerarse responsabilidad social, aunque el trabajador no sea propio sino de una empresa subcontratada.
El problema es que la RSC no parece mostrar capacidad por sí misma de corregir un modelo de negocio que se fundamenta en unos vectores opuestos a los que un modelo sostenible requeriría. Ante esto, la RSC sólo puede poner alguna limitación, correctivo, compensación... No es sencillo. A la RSC, tal como la están llevando a cabo en estos sectores, se le escapan cosas:
A menudo, aunque las empresas subcontratadas tengan rotundamente prohibido subcontratar de nuevo sin permiso, cuando no pueden soportar los plazos lo hacen, de manera que las condiciones laborales quedan ocultas a las marcas. Pero esto se da por el hecho de que existe una presión enorme en las fechas de entrega, lo que acaba facilitando el "tú cumple los plazos y no me cuentes cómo lo haces". El edificio que colapsó un día después del descubrimiento de grietas había pasado dos auditorías de empresas occidentales. Según Eva Kreisler, coordinadora de Ropa Limpia, "esto demuestra que el sistema no funciona, que las auditorías y los códigos de conducta son insuficientes".  Ante las auditorías, en muchos casos los capataces instruyen a los trabajadores sobre qué responder. Y quien se aparte de la respuesta marcada es despedido, tal como aportaba un informe de Ropa Limpia donde se decía que: "Las auditorías tienen más que ver con asegurar pedidos que con la mejora del bienestar de los trabajadores, por eso los gerentes hacen sólo cambios cosméticos para impresionar a los auditores y no mejoran nuestras condiciones". Pero, sobre todo, hay un problema de competencia feroz en el sector, que tiene como consecuencia una camiseta fabricada en Bangladesh que se vende a 20 euros solo tenga unos costes laborales de 1,5 céntimos (según el sindicato Industriall, que representa a 50 millones de trabajadores en todo el mundo).
Para algunas empresas lo más razonable en su gestión de riesgos es aguantar tanto como puedan, deseando que no pase nada. Y si por mala suerte la desgracia ocurre, lo más fácil de cara a su reputación es marchar: cut and run, pirar. Es la política de tierra quemada. Por ejemplo, Walt Disney, la empresa que más vende vía licencias en el mundo, ha anunciado que abandona Bangladesh. Y quizá otros también lo hagan. Pero esta no es la solución. Otros continuarán trabajando ahí, y si quedan las compañías con marcas de menor valor, quizás las exigencias serán menores y las condiciones laborales aún empeorarán. Por ello, las ONG quieren que se queden, que den trabajos y salarios dignos y que ejerzan presión para que mejoren las leyes y se apliquen. Ellos sí pueden hacerlo. De hecho, la corrupción es cotidiana en Bangladesh, y las autoridades locales muestran gran interés para atraer negocio textil, y muchos políticos ya se han convertido empresarios (como es el caso de Sohel Rana, el propietario del edificio, ya detenido).
Otro grupo de interés implicado son las compañías auditoras. No quiero dar a entender que su trabajo sea fácil. Pero se dan ciertos aspectos que no parecen suficientemente responsables. Ya no me referiré a la típica discusión sobre el hecho de que la misma firma realice tanto las consultorías como las auditorías y otras malas prácticas que terminan poniendo en riesgo la veracidad de la auditoría. Me referiré a la credibilidad de su firma ante la opinión pública. Si la firma del auditor no es meramente un grafismo técnico administrativo sino que realmente pretende aportar una credibilidad, ¿donde está la auditora cuando la auditoría no ha demostrado fiabilidad? Seguro que se pueden dar explicaciones. Deberían darlas. O explicar en qué han fallado. O proponer que se debería corregir. Porque de lo contrario este agente tan relevante de la cadena de la RSC se convierte meramente en un proceso sin valor añadido. Por sentido de responsabilidad, los auditores deberían dar la cara, salir del armario y explicar la relación entre los hechos y sus trabajos.
Pero hay otros grupos de interés. El más importante sería la gente que, en tanto que cliente o ciudadano cabreado, puede ejercer el castigo comercial y reputacional. Pero no parece que esta misma semana, los mil muertos de Bangladesh hayan comportado ningún titubeo a la hora de entrar a comprar en los comercios de moda barata. Las ONGDs hacen sus campañas y van llegando a la gente. Pero la gente tiene muchos problemas, y finalmente cree que corresponde a los poderes públicos garantizar el respeto a los derechos humanos. Con la crisis económica, aun se hace más difícil pedir el compromiso en la compra. A la gran mayoría se le hace difícil percibir la relación de causa - efecto entre la falta de respeto a los derechos humanos en países del Sur y la desindustrialización que hemos sufrido los procesos con menor valor añadido. La tendencia era inevitable, pero no habría sido tan drástica exigiera ciertas condiciones en los países donde ahora se hace la producción.
Podríamos también hablar de grupos inversores y de bancos. Pero es evidente su i-responsabilidad. Como el rey, no consideran que deban tener ni asumir ninguna responsabilidad ante la sociedad. Sólo hacen su trabajo de acuerdo con sus intereses privados. Se limitan a decir que cumplen la ley ya defender el libre mercado, aunque a menudo hagan fraude de ley y por otro lado la ciudadanía tenga que pagar para evitar que entren en quiebra.
Pero no nos podemos dejar los poderes públicos . Comprendemos que las relaciones internacionales no son un marco apto para la ética. Sabemos que la Organización Mundial del Comercio impide que se puedan introducir condicionantes éticos o de derechos humanos. Sabemos que en las puertas de la Unión Europea sólo podemos cerrar el paso a los productos que, por ejemplo, tengan un componente tóxico o supongan un peligro para los niños... pero no podemos preguntar por la manera como han sido producidos o los impactos que han generado.
De hecho, la RSC tiene un doble carácter :
  • a) Por una parte, en contextos locales con marcos legales desarrollados, la que se produce en empresas que buscan la excelencia social, y que encuentran en el diálogo con los grupos de interés una oportunidad para innovar.
  • b) Por otra parte, en las cadenas globalizadas, la que actúa como sustituto de una legislación efectiva que garantice los derechos humanos.
Mientras que el primer modelo se debería potenciar ahora mismo y desear que aumente en el futuro, el segundo modelo de RSC deberíamos desear que desapareciera por innecesario. Es decir, porque la legislación y las garantías del cumplimiento hubieran hecho innecesario este sentido sustitutorio de la RSC. Vale la pena mostrarlo así, porque de otra manera, si no se entiende que hablamos de modelos diferentes alguien puede extender este sentido crítico hacia la primera, y considerar que también el otro modelo -que no es sustitutivo de ninguna ausencia, sino innovador y desarrollador- debe tender a desaparecer.
Creo que los estados deberían poner más determinación en estos aspectos, aunque sea de manera indirecta. Por ejemplo, puede que no podemos evitar la entrada de los productos "manchados de sangre" pero se podrían explorar sanciones y cargas impositivas para las empresas que tengan malas prácticas en la cadena de abastecimiento fuera de la UE. En todo caso, sí creo que la RSC podría dar más de sí misma, por medio de tres vías:
  1. Con grandes marcas que opten por marcar la diferencia, y hagan un pacto con su clientela, con la sociedad. Esto implica una gran determinación empresarial, pero también una gran conciencia ciudadana, y la predisposición a pagar más por la moda de bajo precio. Bajo pero no tanto.
  2. Con autorregulación a través de grandes acuerdos sectoriales, abordando la lógica conflictiva de buscar precios más baratos y al mismo tiempo pretender el cumplimiento de unos mínimos laborales. Reformulando el modelo productivo (aceptando un mayor costo laboral, mejorando la gestión de los plazos, procurando relaciones a largo plazo con los proveedores...).
  3. Con implicación de los stakeholders para inducir y asegurar estos compromisos. A través de diferentes vías y resortes, los clientes, el regulador, los inversores, las ONGDs, etc., deben encontrar maneras de fortalecer los compromisos y detener la lógica de crecer desde un modelo insostenible desde el punto de vista de los derechos humanos.
 
El artículo original puede verse en Diario Responsable