Cuando nos referimos a transparencia, nos estamos refiriendo
a integridad personal en una gran parte de las afirmaciones, aunque también nos
referimos con este término a instituciones
pero en menor medida, Si no hubiera sido
por los actuales escándalos (que vienen del pasado), casi nadie suele
pedir cuentas a los partidos políticos (salvo a los que gobiernan), sindicatos,
patronales empresariales, y otros grupos de presión que reciben donaciones, y
cuando se les requiere nos remiten al Tribunal de Cuentas (que lleva un retaso
de varios años).
En cuanto a la transparencia personal esta debería darse
siempre, independientemente del cargo público o privado (recuérdese que antes,
todas las declaraciones de la renta podían ser consultadas, hasta que sucedió el
secuestro del Sr. Suñer.), y entiendo que lo que no es transparente es opaco y
por lo tanto probablemente ilícito o de dudosa procedencia, tanto si su origen es público como
privado. Todo aquello que se aparte de la ley es pérdida para la sociedad y por
lo tanto hay que eliminar cualquier práctica ilícita o incorrecta y esto solo
lo lograremos desde la educación de niños (a mi edad ¿quién me va a cambiar?).
Por otra parte considero que se debería empezar a regular la función del lobby tanto político, social o económico, y quye son necezsariuos y no los anatematicemnos, porque tan lobby es el que representa al grupo de empresas electricas como a la asociacion de vecinos.
He leído con que naturalidad ha escrito en el New York Times,
Thomas B. Edsall su artículo "La sombra del Lobby" dando todo tipo de
información pública que podemos extraer de OpenSecrets. Y entiendo que todavía
tenemos que aprender mucho de los Estados Unidos que aunque sea un país joven
tiene una democracia firme, tienen principios universales (y aceptados por
todos).
Y ¿tan difícil es que alguien se ocupe de estos asuntos en
España?, entiendo que de esto se podría -por ejemplo- ocupar la Fiscalía Anticorrupción (fiscalía especial de
delitos económicos), y por lo tanto que fuera el órgano que administrara
el registro de donaciones a partidos o por otra parte el SEPBLAC (Comisión de
blanqueo de capitales e infracciones monetarias) en asuntos específicos. No
obstante esto debería ser algo normal, nada extraño, como sucede en Cataluña
que aunque tiene su Oficina Antifaude de Cataluña que está establecida desde el año
2009, lo peor del caso es que, -personalmente creo- cumple muy precariamente su
misión a pesar de los esfuerzos que hacen, pero en principio su sola existencia
ya es un paso muy positivo.
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