Qué hago ante un dilema ético (Nerea Serrano)
Hace ya algún tiempo leí en Expansión el artículo que voy a transcribir textualmente y cuya autora es Nerea Serrano.
Pero sobre todo quiero que quede lo que se revela de Mary C. Gentile e invitar a que lean el libro suyo "Dar voz a los valores" y mas que eso, seguir a esta profesora (aunque en este caso también autora) extraordinaria.
Nos sugiere ¿Cómo salir en defensa de sus valores cuando se halla presionado por su jefe, por sus clientes, o accionistas? ¿Cómo expresar su desacuerdo y mantener lo que es para uno mismo correcto?¿Cómo actuar cuando algo incorrecto sucede delante de ti?
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Transcribo el artículo de Nerea Serrano publicado en Expansión el 12 de Noviembre de 2012.
Cómo hacer oír nuestros valores en la empresa sin renunciar al éxito.
Definir estrategias, tomar decisiones, posicionarse... el fino alambre que separa el comportamiento ético del que no lo es tiene como funámbulos a muchos directivos. Para mantener el equilibrio, sólo les queda sujetarse fuerte a los valores en cada paso que dan por la cuerda floja de los negocios.
A veces los dilemas éticos superan la ficción o se convierten, a la larga, en parte de ella. Como el escándalo de la tabacalera norteamericana Brown & Williamson, acusada por uno de sus científicos de usar productos químicos como el amoniaco para aumentar la adicción que provocaban los cigarrillos. El dilema que supuso a Jeffrey Wigand destapar la verdad o no hacerlo, dio título a una película dirigida por Michael Mann en la que se muestran las dudas éticas que sobrevinieron al directivo antes de decidirse a hablar.
Otro caso sonado fue el de Johnson & Johnson, cuando en 1982 se descubrió la presencia de cianuro en las cápsulas de Tylenol. El sabotaje causó varias muertes en la zona de Chicago. ¿Cómo se recupera una empresa de eso? James Burke, CEO de la compañía en esa etapa, decidió retirar del mercado toda la línea de producto y no sólo los frascos de la partida afectada. Al final, Johnson & Johnson fue absuelta de toda culpa y recuperó en un tiempo récord su reputación y sus cifras de beneficios. Un caso usado como ejemplo para demostrar que con determinación y ética se puede evitar una crisis.
A la hora de crear unos valores comunes, la compañía "debe ser explícita sobre las cosas que importan", defiende Mary C. Gentile, autora del libro Dar voz a los valores, presentado en el Centro de Innovación de BBVA hace unos días. La profesora de la Harvard Business School invita a los directivos a darle la palabra a sus valores: "En los negocios hay muchas encrucijadas y tentaciones para no actuar bien. Se trata de fortalecer aquellas partes de nosotros que quieren proceder correctamente. Al final no es tanto cuestión de valentía, sino de aprender a verbalizar lo que pensamos y comunicarlo", dice Gentile.
El primer paso es identificar nuestros propios valores. ¿Sabemos definir cuáles nos rigen? "Para la gente suele ser lo más complicado. Yo creo que sabemos cómo nos gustaría comportarnos, pero que no siempre nos atrevemos a hacerlo", asegura la autora.
Ética y éxito
Conseguir reputación y beneficios es el anhelo de cualquier compañía. El prestigio nace de la ética y es una de las claves del éxito. "Valores es una palabra vacía, lo importante es que sean compartidos por todos los miembros de la compañía. Si no es así, no habrá éxito", sentencia Simon Dolan, profesor de Esade.
A la hora de establecer una jerarquía de valores, Dolan señala que no hay ninguno más importante y que el éxito de la empresa se debe sostener en tres ejes: "El eje pragmático y económico; el eje ético y social y el eje emocional".
Por su parte, Mary C. Gentile advierte que hay empresas que utilizan la ética profesional como un modo de autovenderse: "Hacerlo como un lavado de imagen es muy peligroso porque para ser exitosos hay una serie de valores necesarios como la confianza, el origen de la reputación". "Para algunos la RSC y la ética profesional es como un teatro. Los directivos pierden su trabajo si no consiguen los objetivos económicos, pero hay muy pocos ejecutivos que hayan perdido un trabajo por no ser éticos", asevera Simon Dolan. El profesor considera que es la historia la que va definiendo los valores de una empresa en cada etapa. Para Gentile, la honestidad, la integridad, el respeto y la meritocracia son los valores que deben imperar en cualquier compañía.
¿Qué hacer cuando experimentamos presiones externas de un cliente o un superior? Gentile responde: "Hay que ponerse en la situación de esa persona y tratar de entender las presiones que puede estar experimentando. La clave es comprender que todos los miembros de la organización trabajan en una misma dirección".
Al final, lo único que queda es la acción: "comunicar lo que nos preocupa" como defiende la autora: "Si una mayoría de nosotros tuviera la capacidad de hacer oír nuestros valores y ponerlos en práctica, el mundo de los negocios sería un lugar muy diferente".
A veces los dilemas éticos superan la ficción o se convierten, a la larga, en parte de ella. Como el escándalo de la tabacalera norteamericana Brown & Williamson, acusada por uno de sus científicos de usar productos químicos como el amoniaco para aumentar la adicción que provocaban los cigarrillos. El dilema que supuso a Jeffrey Wigand destapar la verdad o no hacerlo, dio título a una película dirigida por Michael Mann en la que se muestran las dudas éticas que sobrevinieron al directivo antes de decidirse a hablar.
Otro caso sonado fue el de Johnson & Johnson, cuando en 1982 se descubrió la presencia de cianuro en las cápsulas de Tylenol. El sabotaje causó varias muertes en la zona de Chicago. ¿Cómo se recupera una empresa de eso? James Burke, CEO de la compañía en esa etapa, decidió retirar del mercado toda la línea de producto y no sólo los frascos de la partida afectada. Al final, Johnson & Johnson fue absuelta de toda culpa y recuperó en un tiempo récord su reputación y sus cifras de beneficios. Un caso usado como ejemplo para demostrar que con determinación y ética se puede evitar una crisis.
A la hora de crear unos valores comunes, la compañía "debe ser explícita sobre las cosas que importan", defiende Mary C. Gentile, autora del libro Dar voz a los valores, presentado en el Centro de Innovación de BBVA hace unos días. La profesora de la Harvard Business School invita a los directivos a darle la palabra a sus valores: "En los negocios hay muchas encrucijadas y tentaciones para no actuar bien. Se trata de fortalecer aquellas partes de nosotros que quieren proceder correctamente. Al final no es tanto cuestión de valentía, sino de aprender a verbalizar lo que pensamos y comunicarlo", dice Gentile.
El primer paso es identificar nuestros propios valores. ¿Sabemos definir cuáles nos rigen? "Para la gente suele ser lo más complicado. Yo creo que sabemos cómo nos gustaría comportarnos, pero que no siempre nos atrevemos a hacerlo", asegura la autora.
Ética y éxito
Conseguir reputación y beneficios es el anhelo de cualquier compañía. El prestigio nace de la ética y es una de las claves del éxito. "Valores es una palabra vacía, lo importante es que sean compartidos por todos los miembros de la compañía. Si no es así, no habrá éxito", sentencia Simon Dolan, profesor de Esade.
A la hora de establecer una jerarquía de valores, Dolan señala que no hay ninguno más importante y que el éxito de la empresa se debe sostener en tres ejes: "El eje pragmático y económico; el eje ético y social y el eje emocional".
Por su parte, Mary C. Gentile advierte que hay empresas que utilizan la ética profesional como un modo de autovenderse: "Hacerlo como un lavado de imagen es muy peligroso porque para ser exitosos hay una serie de valores necesarios como la confianza, el origen de la reputación". "Para algunos la RSC y la ética profesional es como un teatro. Los directivos pierden su trabajo si no consiguen los objetivos económicos, pero hay muy pocos ejecutivos que hayan perdido un trabajo por no ser éticos", asevera Simon Dolan. El profesor considera que es la historia la que va definiendo los valores de una empresa en cada etapa. Para Gentile, la honestidad, la integridad, el respeto y la meritocracia son los valores que deben imperar en cualquier compañía.
¿Qué hacer cuando experimentamos presiones externas de un cliente o un superior? Gentile responde: "Hay que ponerse en la situación de esa persona y tratar de entender las presiones que puede estar experimentando. La clave es comprender que todos los miembros de la organización trabajan en una misma dirección".
Al final, lo único que queda es la acción: "comunicar lo que nos preocupa" como defiende la autora: "Si una mayoría de nosotros tuviera la capacidad de hacer oír nuestros valores y ponerlos en práctica, el mundo de los negocios sería un lugar muy diferente".
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Después de transcribir el artículo completo de Nerea Serrano, no quiero pasar por alto agradecer a Nerea Serrano que nos haya hecho recordar a la profesora Mary C. Gentile de la HBS y que es pionera en ética empresarial (junto con otra profesora y que admiro que es Adela Cortina) que la sigamos aunque sea por este medio.
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